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Animales en Extincion 18/01/10

El Tahr arábigo (Arabitragus jayakari) está en peligro de extinción debido a algunas causas como son la pérdida

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ade hábitat, la caza furtiva, la competencia con el ganado doméstico y la minería.

Está clasificado como en peligro de extinción desde 1986; en 1994 bajó a vulnerable, pero volvió en la siguiente revisión a su estado anterior. Se encuentra catalogado como amenazado porque el tamaño de su población está estimado en menos de 2.500 ejemplares maduros. Además, en cada una de sus subpoblaciones hay menos de 250 adultos, y se prevé una continua disminución de ejemplares de la especie.

Si aportamos datos de su área de distribución, según un estudio realizado por Insall (1999), de las 19.413 km 2 que conformaban su área de distribución histórica sólo se le puede encontrar actualmente en 8.863 km 2. En 6.924 kilometros cuadrados su distribución no está clara, y en 3.653 km 2 se ha extinguido ya.


CARACTERÍSTICAS

Aunque el thar árabe es relativamente pequeño, su fuerza y agilidad no deben subestimarse.

Los machos y hembras difieren bastante en muchos aspectos. Esta especie cuenta con una robusta, compacta y sólida cornamenta en ambos sexos, aunque los machos suelen ser más grandes en tamaño y por lo tanto con una cornamenta mayor. Sus cuernos están arqueados hacia atrás.

Además en los machos el pelaje es largo, peludo y de color marrón rojizo, con una banda oscura en la parte posterior. Los machos poseen crines más largas que se extienden por la espalda y que se alargan con la edad. También tienen el pelo más largo en las patas. Los machos adultos tienen una especie de barba que crece algo con la edad. También se les oscurece el hocico y las rayas oscuras de alrededor de sus ojos. Las hembras cuentan con crines menos largas y sin mucho pelaje en las patas.

Al igual que las cabras montesas, sus patas están adaptadas a las zonas empinadas y rocas duras, proporcionandose un increíble agarre y tracción en las empinadas laderas rocosas y acantilados que conforman su hábitat.

En invierno desarrollan otra capa de pelo que les aislará del frío.

Pesa unos 23 kg. de media, tiene unos 60 cm de altura hasta la cruz y mide unos 90 cm de longitud total.

Tienen una esperanza de vida de 22 años en cautividad. En la naturaleza esta esperanza de vida es menor

Forman pequeños grupos familiares de tan solo 2 ó 3 animales, en los que solo hay un macho adulto, un hembra y la cría que les acompañe generalmente. El que los thares cuenten en sus rebaños con tan pocos ejemplares en comparación con la mayoría de bóvidos demuestra su comportamiento territorial; los thares arañan el suelo con sus pezuñas y marcan el territorio con heces y orina. También se frotan en la vegetación y rocas dejando su olor gracias a las glándulas que secretan una sustancia con olor. Es posible que se hayan adaptado a esta situación por la escasez de recursos de tierras, alimentos y agua, lo que le impediría en vivir en grupos grandes. Necesitan ser pocos para poder tener alimentos suficientes para sobrevivir. De hecho, en cautividad forman grupos más grandes con jerarquías sociales más complejas. Esto sugiere la posibilidad de que las estructuras sociales en el medio natural hayan cambiado como consecuencia de su extrema rareza y el aislamiento del hábitat en zonas pequeñas y potencialmente marginales.

Son animales diurnos que pastorean en la mañana y la tarde.

ALIMENTACIÓN: Se totalmente herbívoros y se alimenta de pastos, arbustos, hojas y frutos de una gran variedad de árboles, arbustos y hierbas. A pesar de que pueden sobrevivir largos periodos de tiempo sin beber si cuentan con suficiente vegetación, que les aportará el agua que necesitan, en verano tendrán que beber como mucho cada dos o tres días.

REPRODUCCIÓN: aunque no se conoce muy bien, por los ejemplares nacidos en cautividad se sabe que estos han nacido en todos los meses del año. Sin embargo en la naturaleza la época de celo es principalmente entre septiembre y noviembre, (aunque también hay nacimientos durante todo el año). Parece ser que hay un segundo celo que se puede producir en febrero en los años en que hay mucha vegetación si se producen lluvias tempranas. (Wood, 1992; Insall 1999). La gestación dura entre 140 y 145 días tras lo cual la hembra da a luz una cría, dos como mucho. Las crías permanecen con los padres hasta que se independizan a los 2 o 3 años de edad, al alcanzar la madurez sexual.

DEPREDADORES NATURALES: Con la excepción de los seres humanos, los depredadores naturales de la thar son el lobo, el águila y en otros tiempos el leopardo de Arabia, ahora en peligro crítico.


HÁBITAT Y ÁREA DE DISTRIBUCIÓN

Se le puede encontrar en Omán y tal vez en la región de los Emiratos Árabes Unidos (aunque se piensa que está extinguido o casi extinguido en los Emiratos), ambos en la Península Arábiga en el Golfo Pérsico (Oriente Medio)

Las zonas que habita se caracterizan por tener precipitaciones relativamente altas, temperaturas más frías y vegetación diversa.

Habita las laderas montañosas desde los 1000 a 1800m snm (altura sobre el nivel del mar), aunque se les ha llegado a ver hasta el nivel del mar, especialmente durante la época de celo, cuando los machos se desplazan grandes distancias en busca de hembras.

Además de frecuentar estos acantilados de piedra caliza con abundante vegetación, se les puede encontrar en montañas de roca ofiolita (rocas ultramáficas, máficas y máfico volcánicas constituyentes de la corteza oceánica que han aflorado a la superficie), de menor altitud. Aunque la vegetación aquí es más escasa y menos diversa, hay más zonas de agua y manantiales perennes debido a la baja permeabilidad de la roca.


POBLACIONES

Existen pequeñas poblaciones dispersas en una zona de 600 km en el norte de Omán. En otras zonas de Omán y en los Emiratos Árabes Unidos los avistamientos son más esporádicos y menos frecuentes, debido principalmente a la reducción del número y la inaccesibilidad del hábitat preferido por el thar.

En algunas regiones más al sur, sin embargo, sí que parece que prosperan en zonas idóneas para ellos gracias a que cuentan con la protección eficaz de guardabosques, y a que tienen poca competencia con el ganado de cabras domésticas.

Las poblaciones más importantes se encuentran cerca de Nakhl, en la Reserva Natural Wadi As Sareen y en Jebel Qahwan en el Ja ´alan.


AMENAZAS

La mayor amenaza para la supervivencia de la especie es la pérdida de hábitat (Insall 1999).

Incluso dentro de las áreas vigiladas, aunque su estado es bueno, cuentan también con amenazas como son la disponibilidad limitada de espacio, la caza furtiva, y lo más importante, la competencia con el ganado, principalmente de cabras domésticas.

GANADO DOMÉSTICO: En algunas zonas de hábitat primordial se ha producido un aumento constante de animales domésticos, ya que las nuevas carreteras han facilitado el transporte de animales a pastos nuevos así como la introducción de alimentos y agua a zonas que antes eran casi inaccesibles para el hombre. En algunas de las zonas donde se ha abandonado el ganado este ha pasado a ser ganado salvaje que ha quedado en las zonas donde vive el thar, convirtiendose en competidores no naturales por el alimento.

SEQUÍA: Cuando hay época de sequía severa aumenta también la mortandad de thares, algo gravísimo sobretodo si tenemos en cuenta que ya están en peligro de extinción.

ENFERMEDADES: No solo tienen que competir con los animales domésticos por el alimento, sino que pueden coger las enfermedades de las cabras domésticas. Esto seguirá siendo una amenaza hasta que la vacuna contra las enfermedades provocadas por clostridium se usen.

CAZA ILEGAL: sigue siendo una amenaza significativa en algunas zonas. Lo que se ve agravado por la creciente red de carreteras secundarias que permiten la accesibilidad y fragmentan su hábitat. La dependencia de los thares de zonas de agua muy concretas hace que se conviertan en aún más vulnerables a la caza, ya que se sabe donde encontrarlos y se realizan emboscadas.

MINERÍA: un posible aumento de la minería, especialmente en las zonas montañosas ofiolíticas, amenaza con degradas la vegetación y el suministro más o menos constante de agua de los que el thar depende.


MEDIDAS DE CONSERVACIÓN

Aunque hay medidas de conservación, y algunas poblaciones parece ser que han podido aumentar gracias a la protección obtenida, aun así es muy probable que la especie siga disminuyendo. Lo cierto es que la situación de muchas poblaciones no se conoce muy bien ya que es muy difícil realizar censos debido a que el hábitat que frecuentan cuenta con terrenos muy accidentados, baja densidad de población y grupos muy pequeños. Veamos cuales son las medidas tomadas hasta el momento:

En la lista de EE.UU. se encuentra en peligro de extinción, y en el CITES se encuentra en el Apéndice I, lo que prohíbe su comercio.

CAZA ILEGAL: En 1973 se iniciaron los esfuerzos para proteger al thar arábigo y en Omán es ilegal matar o capturar a los thares desde que se aprobó el Real Decreto de 1976 al respecto (Ministerio de Asuntos Diwan, Decisión Ministerial N 4); sin embargo, la complejidad del terreno y su distribución hacen que sea difícil aplicar esta ley.

Tras dos años de estudio de campo desde 1973, se puso en marcha una fuerza especial de guardia de la vida silvestre, administrada por el Tribunal Real de Diwan, fue establecida en 1975 para proteger a los thar árabe en un área de 200 km2 en la región montañosa Jabal Aswad Jabal, al sur de Muscat, que abarca la cuenca del Wadi As sareen. Aunque inicialmente se trataba tan solo de proteger esta zonas, esta se amplió la zona de Jabal Sa ´atari, 20 km al norte. Para 1992 ya se protegía tanto al thar como a la gacela árabe en un área de 2.350 km 2. Además, hay habitantes de las zonas que informan de cualquier intento de caza furtiva. Todas las zonas patrulladas tienen hábitat de buena calidad, pero aun así, estas zonas siguen siendo pequeñas y aisladas, y por tanto vulnerables a las enfermedades introducidas por el ganado doméstico, y a otros eventos aislados pero catastróficos para las poblaciones pequeñas.

ACUERDOS: En 1979 se hizo un acuerdo con tres familias locales para mantener su ganado doméstico fuera de un área de 16 kilómetros cuadrados de una zona de acantilados de la Jabal Aswad, un área de particular importancia para el thar.

Además en 1993 el ahora Ministerio de Medio Ambiente y de Asuntos Climáticos estableció una pequeña unidad de guarda de fauna en el Ja ´alan para proteger una población de la gacela árabe en lo que Saleel, cerca de Al Kamil. Al año siguiente se amplió para cuidar a una población de thar. En 2009, Wadi Wurayah Fujairah, el hogar del thar arábigo y otras especies raras amenazadas como el leopardo de Arabia (Panthera pardus nimr), fue declarado oficialmente como primera zona de montaña de los Emiratos Árabes Unidos protegido.

ESTUDIOS: En otras zonas al norte en Omán, se realizaron las tareas de identificación y seguimiento de poblaciones del thar. En la actualidad, se estudian en todos los territorios del thar.

CRÍA EN CAUTIVIDAD: En 1980 comenzó la cría en cautividad en el Omán en el Centro de cría en cautividad de Omán para mamíferos en Bait Al Barakah en el norte de Omán, donde se reproduce en cautiverio. Sin embargo, la especie ha demostrado ser difícil de criar en cautividad, en comparación con otros rumiantes nativos, por lo que ninguno ha sido puesto en libertad en la naturaleza aún. En la actualidad hay un total de tres instituciones que participan en la cría, uno en Omán y dos en los Emiratos Árabes.

REINTRODUCCIÓN: Sin embargo no se pierde la esperanza y en el futuro se pretende que el excedente de animales de la cría en cautividad se utilice para reintroducir y aumentar las poblaciones existentes.

EDUCACIÓN AMBIENTAL: Lamentablemente, parece ser que muchas personas todavía no se dan cuenta de la grave situación del thar, por lo que también hay otras actuaciones centradas en las campañas educativas para dar a conocer la verdadera situación de esta especie. La sensibilización y la preocupación por la difícil situación de esta especie de mamíferos endémicos será crucial en la obtención de la cooperación en la protección de estas especies.

Hay proyectos en Omán como el ´Arabian Oryx Project´ (oryxoman. com) que incluyen el proyecto del thar arábigo y que contienen en su web mucha información al respecto de las especies más emblemáticas y amenazadas en la zona.

MEDIDAS DE CONSERVACIÓN PROPUESTAS:

1) Establecer una red de reservas ya identificadas, que, cuando sea posible, abarque zonas libres de ganado doméstico. Las reservas propuestas están diseñadas para proteger a cerca de 1.750 animales, y incluyen la mayoría de las poblaciones conocidas.

2) El programa de cría en cautividad deben seguir para obtener más información sobre las especies y su genética, y proporcionar una fuente para la reintroducción, lo que podría ser especialmente importante si la enfermedad golpea a las poblaciones silvestres.

3) Hay que considerar el establecer otro grupo de cría en cautividad fuera de la región.

4) Hay que mantener y ampliar la aplicación actual de las medidas de conservación. Junto con los censos y la recopilación de más datos sobre la distribución, hacen falta más estudios sobre la ecología de la especie, incluidos los estudios sobre la competencia con el ganado. Además el manejo del hábitat activo será necesario para garantizar la supervivencia y la conservación del thar árabe (Munton, 1985).

5) Existe un banco de semillas en el Jardín Botánico de Omán que incluye las especies vegetales más importantes de las que se alimenta el thar, para que si se produce un sobrepastoreo se pueden replantar las zonas. Esto también sería útil para el reestablecimiento de forraje para el ganado doméstico, y así ayudar a reducir la competencia con el thar.

6) Hay que seguir haciendo cumplir las leyes tradicionales que restringen la tala de árboles como otro componente importante de la gestión del hábitat (Munton, 1985).

7) Hay que reestablecer la conservación de las zonas tradicionales como el Hamiyat, así como establecer otras nuevas (Munton, 1985)

8) Hay que cooperar con el Ministerio de Agricultura en las medidas para dar una mejor protección y gestión de los pastizales y los bosques de todo Omán.


TAXONOMÍA

Reino: ANIMALIA

Filo: CHORDATA

Clase: MAMMALIA

Orden: CETARTIODACTYLA

Familia: BOVIDAE

Nombre científico del thar arábigo: Arabitragus jayakari

Autor de la especie: (Thomas, 1894)

Sinónimos Hemitragus jayakari Thomas, 1894; inicialmente se le encontraba en este género, pero Ropiquet y Hassanin (2005) lo movieron al género monotípico Arabitragus; (esto quiere decir que este género cuenta con una única especie)

Nombre común en inglés: Arabian Tahr

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